Editorial- Actualidad Metropolitana
4 de junio de 2021
El país sigue resistiendo frente a la falta de oportunidades, la escasez económica y todo el sufrimiento que acarrea el hambre y la pobreza extrema. En Colombia, solo hasta el 2019, el 35,7% de los colombianos se encontraba en condición de pobreza monetaria, lo cual representa un aumento de 1,0 punto porcentual frente a 2018, cuando fue 34,7%.
La pobreza en las cabeceras municipales en 2019 fue 32,3%, registrándose un incremento de 0,9 puntos porcentuales con respecto a 2018 donde la incidencia de pobreza monetaria en ese dominio geográfico fue de 31,4%. Adicionalmente, la pobreza monetaria en los centros poblados y zonas rurales dispersas fue 47,5%, lo cual representa un aumento de 1,5 puntos porcentuales frente a 2018, cuando fue 46,0%. Cifras que no sorprenden frente a la situación económica de muchas familias en el país. En conclusión Colombia es un país con mucha gente pobre y siempre lo ha sido.
Frente a la situación actual, cabe compararnos con épocas atrás donde el país tuvo con expansión en varios sectores, sin embargo a pesar de 120 años de crecimiento económico sostenido que inició en 1890, de la expansión educativa, la urbanización y la “modernización”, en Colombia la pobreza y la violencia siguen siendo persistentemente altas, a pesar de que se ha logrado reducir recientemente.
Tras la crisis económica y social que desató la pandemia, así como la caída histórica de 6.8% del PIB el año pasado y las altas cifras de desempleo e informalidad en Colombia, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) informó que el porcentaje de personas clasificadas como pobres respecto al total de la población nacional fue 42.5%, lo que significó un aumento de 6.8 puntos porcentuales (pps) frente a la cifra de 2019 (35.7%).
En este sentido, 3.6 millones de personas ingresaron a la situación de pobreza monetaria. Desagregando las dinámicas rurales y urbanas, en las cabeceras la cifra pasó de 32.3% a 42.4%, mientras que en la zona rural la incidencia de la pobreza monetaria disminuyó, pues el dato pasó de 47.5% a 42.9 por ciento.
Por otro lado, el porcentaje de personas en condición de pobreza extrema fue de 15.1%, lo que significó un aumento de 5.5 pps frente a la cifra de 2019 (9.6%). Así, más de 2.78 millones de colombianos ingresaron a la situación de pobreza extrema en 2020, pues la cifra paso de ser de 4.68 millones en 2019 a 7.47 millones de personas el año pasado.
La incidencia de pobreza en La Guajira se traduce a que el 66,3% de la población vive en condiciones de pobreza, mientras que en Chocó la cifra es de 64,6% y en Magdalena es de 59,8%. En total, hay 13 departamentos que tienen tasas de pobreza por encima del promedio nacional de 42,5%.
Frente al panorama hay varios aspectos que son necesarios destacar, entre ellos, cómo se agudiza la pobreza en Colombia. Mientras la pobreza y las desigualdades en las áreas rurales multiplican las existentes en las áreas urbanas, las políticas gubernamentales poco han hecho para corregir la brecha que cada vez separa más las condiciones de vida de la población en estas áreas. La política social no ha podido paliar los resultados sociales adversos generados por la política económica. La población en situación de pobreza sufre en mayor medida los resultados de la crisis económica y es discriminada por tratarse de población rural, pesando sobre ella el estigma de encarnar, supuestamente, el atraso, la mentalidad tradicional propia de las sociedades premodernas.
Colombia reúne en la actualidad la mayor parte de las características negativas esbozadas por la CEPAL: una severa crisis económica, los mayores niveles de desempleo de su historia, catástrofes naturales, conflicto armado, violencia, desplazamiento forzado, etc; elementos que en su conjunto configuran el marco en el que se espera se agudicen las condiciones de pobreza en el país.
Andrea Ochoa Restrepo
Directora AM
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