Opinión- Actualidad Metropolitana
Lunes 9 de diciembre de 2024
Por: Mahdi Ahmed Lagos Mehraban
Estudiante de Derecho
En nuestros días, se han expandido más los nombres generacionales que han sido definidos, clasificados y enunciados por sus peculiaridades, atribuidos con el paso del tiempo. Desde la llamada generación silenciosa, de la que hacen parte las personas que nacieron entre 1928 y 1945, seguidamente los denominados baby boomers, generación relacionada a las personas que nacieron entre 1946 y 1964.
Personas nacidas entre 1965 y 1981 que hacen parte de la generación conocida como X, han expresado que no la tuvieron fácil a la hora de obtener un empleo formal, teniendo en cuenta que en su momento era un verdadero reto tocar una y otra puerta hasta lograr el ingreso a una compañía y con ello consolidar un buen contrato de trabajo que le ofreciera estabilidad laboral y los beneficios que conlleva.
Lo anterior, porque las empresas eran muy exigentes a la hora de contratar personal, dado que perfilaban minuciosamente sus candidatos, donde incluso un corte de cabello era tenido en cuenta, al momento de seleccionar a una persona en sí.
Actualmente, es un hecho que las diferentes compañías, se han ido flexibilizando a la hora de contratar personal, bien sea por inclusión o por el avance en el reconocimiento de derechos, dándole la oportunidad a los jóvenes sin experiencia, aquí ya no importa el peinado, el piercing, el tatuaje o la identidad de género.
Así mismo, las empresas se han tenido que acomodar a nuevos horarios ya sea por autonomía, o por los cambios legislativos como lo dispuesto en la Ley 2101 de 2021 que ha ido reduciendo la jornada laboral. En igual sentido, es indudable la adaptabilidad que han tenido las compañías en las diferentes funciones, cargos e incluso el lugar de la prestación del servicio, como reinvención y/o adaptación a consecuencia de la pandemia COVID -19, popularizándose así el teletrabajo, homework y las distintas posibilidades de trabajo remoto.
No obstante, también es un hecho relevante que el pensamiento de las nuevas generaciones ha trascendido, siendo poco comparable con el de generaciones anteriores, teniendo en cuenta que se ha evidenciado que el concepto e ideal de las generaciones recientes no va en la misma sintonía, debido a que no solo piensan en obtener un empleo, sino que además esperan que las empresas cumplan con algunas de sus expectativas como la contribución con el medio ambiente, la sociedad y el avance tecnológico, por mencionar algunos.
Del mismo modo, personas de las generaciones conocidas como los Millennials y la Generación Z o Centennials han demostrado que a pesar de buscar un empleo como fuente de ingreso, también buscan un equilibrio entre la vida laboral y personal por lo que muchos se enfocan en buscar un trabajo de tiempo parcial especialmente los Centennials, de manera que, puedan tener tiempo de compartir con sus familias o de realizar actividades de esparcimiento de su elección y ojalá que su labor se pudiese ejercer de modo remoto.
Además, se caracterizan porque les gusta obtener todo de manera inmediata, de ahí que son personas selladas por el Internet, por eso el dominio en el uso de las tecnologías donde viven gran parte del tiempo inmersos en la infinidad de opciones que les ofrece la red.
De este modo, los Centennials esperan no verse ocupando un mismo cargo durante tanto tiempo, lo que indica que no visualizan una estabilidad laboral, debido que, al estar tan absortos en la red, su estilo de vida se ve influenciado por los llamados youtubers, tiktokers, instagramers, entre otros, quienes impactan su cosmovisión, personalidad, pensamiento crítico y al ver ese estilo de vida, se proponen conseguir dinero presuroso.
En ese orden de ideas, personas de las nuevas generaciones son quienes perfilan a sus posibles empleadores, considerando que esperan una oportunidad de ascenso rápida, una alta remuneración y por supuesto un clima laboral acorde a sus personalidades, por lo que fácilmente se pueden aburrir si no se cumplen sus expectativas en el tiempo que ellos esperan, lo que les puede generar cierta frustración.
Dicha situación, hace que en muchas empresas hoy por hoy exista un choque generacional, toda vez que, éstas no están preparadas para que varios tipos de generaciones hagan parte de un mismo equipo. Los de ahora son más precoces y los antiguos más analíticos, en consecuencia, hay quienes manifiestan acoso laboral ya sea por parte de sus compañeros de trabajo o empleadores, además de expresar grandes cargas de trabajo que terminan generando agotamiento e incluso ansiedad, estrés y depresión, sobre todo, en el momento en que se les exige el cumplimiento de sus responsabilidades contractuales.
A la postre, se puede decir que factores como el clima laboral, la flexibilidad horaria y el trabajo remoto, son algunas expectativas importantes que tienen las nuevas generaciones, de no lograrse su ilusión la consecuencia es la renuncia, que los lleva a seguir tocando una y otra puerta hasta conseguir el empleo que consideran ideal y que se adapte a su filosofía de vida, siendo esta una respuesta a la rotación de personal de muchas empresas.
Excelente artículo, ojalá los jóvenes lo lean y tomen conciencia que el trabajo no es un juego.
ResponderBorrarMe gustó este artículo, poco se habla de tan importante tema y es de interés general.
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