Opinión- Actualidad Metropolitana
Martes 17 de septiembre de 2024
Por: Walter Betancur Montoya
Concejal de Itagüí
La existencia de una cultura política discriminatoria que subsiste en el aparato público, partidos políticos, sindicatos y otras organizaciones sociales que imponen resistencias al acceso y participación de mujeres en espacios de poder.
No es necesario sacar leyes que obliguen a darles un espacio a la mujer en igualdad con los hombres, pues eso es solo una forma de discriminar, porque lo que se debe es trabajar por generar acompañamiento a mujeres con liderazgos que les permita llegar al poder en diferentes sectores, sean públicos o privados.
Hoy, María Corina Machado es una muestra de un liderazgo propio, que se lo ha ganado con más de 20 años de principios democráticos claros, sin imponer que tiene derechos por ser mujer, más bien ha demostrado a los hombres que posee un liderazgo que a ellos les faltó para repeler la tiranía de una dictadura.
En un espacio local, Rosa Acevedo Jaramillo ha luchado por más de 20 años para llegar al poder, pero el machismo de un grupo de hombres no le permitido, pero ella con liderazgo propio ha tenido un espacio ganado y soportado en el tiempo, que poco a poco le permitirá llegar a su meta, que es ser la primera alcaldesa de Itagüí por elección popular; dejando claro que este espacio lo ha logrado con liderazgo propio y no solo por ser mujer.
Tanto el “chavismo” como el "trujillismo", han engañando al pueblo sin sufrir consecuencia alguna, gracias a la desidia de los distintos entes de control del Estado, que por interés o negligencia desvían la mirada a ambos espacios geográficos y les permiten seguir gobernando y el pueblo cada día con más necesidades por satisfacer.
Y esto ocurre tanto en Venezuela como en Itagüí, porque la fórmula es la misma: un político todopoderoso que dispone a su antojo de los recursos del pueblo, sin importar las consecuencias de sus actos, dejando a cientos de miles de personas sin acceso a los beneficios del Estado por privilegiar su propio beneficio.
Sin embargo, a pesar de la oscuridad que representan estos sectores políticos en Venezuela y Colombia, la luz de la esperanza sigue encendida gracias a mujeres como María Corina Machado y Rosa Acevedo Jaramillo, quienes con su liderazgo han podido soportar más de 20 años en estos espacios de poder, señalado a los corruptos y, contra todo pronóstico, han aspirado una y otra vez a ser elegidas como presidenta y alcaldesa, respectivamente, con la firme convicción de devolverle al pueblo lo que le pertenece.
*Esta opinión es personal y no refleja el pensamiento de Actualidad Metropolitana.
una razón muy poderosa para que itagui sigamos dependiendo del trujillano es la corrupción que algunos políticos disfrazados.de mansas ovejas se convierten en ratas mientras la injusticia social ha llegado a sus límites
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