Opinión- Actualidad Metropolitana
Martes 14 de marzo de 2023
Por: Rosa Acevedo Jaramillo
Durante las últimas semanas ha salido a la luz los vínculos que involucrarían al parecer a varios miembros de la familia del presidente de Colombia Gustavo Petro con supuestas alianzas con cuestionados personajes, que habrían aportado dineros para su campaña presidencial, lo que muchos han catalogado como el proceso 9.000.
La protagonista de esta historia es Day Vásquez, la ex pareja sentimental de Nicolás, hijo de Gustavo Petro, quien sacó a la luz más de mil chats, en los que según ella, recibió junto a su esposo (Nicolas) dinero del exnarco “hombre Marlboro” para la financiación de la campaña presidencial de Petro Urrego el año pasado, pero este dinero habría quedado en manos de Nicolás para sus negocios personales.
Vásquez incluso dijo en entrevista con la Revista Semana que, “parte del dinero de lo que se entregó para esa casa lo tengo en un CDT”. Esto es solo una pequeña parte del bochornoso escándalo que destapó la mujer. Incluso en otros chats, mostró la forma en que Nicolás habría pedido cargos burocráticos a varios ministros; mermelada pura para repartir el poder a familiares y amigos.
Con esto queda más que demostrado que los compromisos que adquieren algunos políticos que llegan al poder con personajes cuestionados, trae malas consecuencias a la gente, pues estos cuando ganan, hacen todo lo contrario a lo que prometieron en campaña. Y sí, Gustavo Petro, que sean los entes de control los que investiguen las cuentas de su campaña y las propiedades que adquirió su familia durante el último año, que sea la justicia la que actúe y nos haga sentir y confirmar que la ley es para todos.
Este sí que ha sido un verdadero cambio, Gustavo Petro en pocos meses ha demostrado lo destructora que puede llegar a ser la izquierda en el poder, con un proyecto de “Paz total” que se enreda con las mentiras que él ha dicho, sobre los ceses al fuego de grupos al margen de la ley y su tibieza a la hora de manejar la seguridad en el país. Primero con el secuestro de 79 policías en el Caquetá a inicios de este mes que dejó a dos personas muertas, un policía y un civil. Luego, con la situación tan lamentable de seguridad con el paro minero en el Nordeste y Bajo Cauca Antioqueño, dejando a miles de ciudadanos sin posibilidad de estudiar o trabajar, violando sus derechos, como en el caso de Caucasia, en el que delincuentes quemaron dos ambulancias dejando a una mujer a punto de dar a luz a la deriva irrespetando así la misión médica. No señor Petro, ¡así no es! Necesitamos seguridad con mano firme y diálogo y oportunidades para la gente.
Los colombianos que no votamos por Gustavo Petro somos más de 25 millones de los 36 millones aptos para votar y cada día tenemos más razones para hacer oposición, con lo que ha pasado y esta pasando en nuestro país en estos 8 meses los uribistas hoy tenemos más razones para decir: ¨qué falta nos hace en Colombia un presidente como Álvaro Uribe Vélez¨.
Pero no todo está perdido, en el mes de octubre tenemos la oportunidad y el deber de continuar defendiendo la Democracia en las urnas, unirnos en las elecciones territoriales con el propósito de ganar alcaldías, concejos, asambleas y gobernaciones, que nos permitan ganar las elecciones presidenciales del 2026 para retomar el rumbo de nuestro. ¡La participación es el camino!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario