Opinión- Actualidad Metropolitana
15 de noviembre de 2022
Por: José Miguel Mejía Chica
Ya se cumplen 100 días del gobierno de Gustavo Petro, cuya bandera durante su campaña presidencial era el “cambio”. Pues ofrecieron una evolución de Colombia en todo tipo de temas como economía, seguridad, violencia, pobreza y, demás problemáticas del país. La pregunta es: ¿ha cumplido?
Sus decisiones nos dejan muchas incógnitas, pues son medidas que no solucionan nada, sino que, por el contrario, han generado pánico e incertidumbre en todos los sectores.
Un mandato que, durante sus primeros días, solo deja en evidencia la incapacidad para manejar un país como Colombia. Una nación que necesita avanzar, y no retroceder como está sucediendo.
Un presidente que durante su aspiración presidencial se jactaba diciendo que Colombia sería “Potencia Mundial de la Vida”, pero en sus primeros 3 meses de gobierno, se ha visto la muerte. Por ejemplo, van 35 líderes sociales asesinados, y eso solo por poner un ejemplo.
Quieren una transición hacia las energías limpias, acabando con la exploración y la explotación de hidrocarburos, pero no proponen soluciones para esa transición. En sus famosos discursos donde habla de acabar con el petróleo, no mencionó propuestas para las vías alternas de tal transición.
Económicamente hablando, estamos pasando por una crisis inflacionaria, y lo único que le da por hacer al mandatario, es proponer una reforma que alzará más la canasta familiar y los productos básicos. Mientras tanto, el ministro Ocampo, le tiene que salvar el pellejo a la incompetente ministra Irene Vélez y al presidente Petro, calmando así las aguas. Tanto es, que Petro en un discurso, dijo que había un “enemigo interno” dentro del gobierno, y para nadie es un secreto hacia quién iba dirigida esa pequeña parte de su intervención. También cabe recordar que hace pocos días, el peso colombiano fue calificado como la moneda más devaluada de la región frente al dólar, y todo por las declaraciones inoportunas del presidente y gran parte de su gabinete.
Y muchos saldrán a atacar, y dirán que un país no se arregla en 100 días. Y tienen razón. Pero por ahí dicen que desde el desayuno se sabe que será el almuerzo, y todo es una muestra de lo que tendremos que soportar en los próximos años.
Un gobierno que no da garantías a la oposición, que quiere causar la caída del país en todos los sentidos posibles, y llevarnos al abismo en un abrir y cerrar de ojos, no es un avance; es un retroceso.
El país, está decreciendo, y para la muestra un botón.
El gobierno no escucha al país, no escucha al pueblo. Solo está sentado en el palacio presidencial, alimentándose de su egoísmo. Un presidente que no lee la situación del país, y que no propone.
Necesitamos seguridad social y seguridad económica, pero es imposible con un mandatario que lo único que ha hecho es darle impunidad a los violentos, pelear con la oposición, derrochar recursos públicos para darle viajes a la esposa y, hablar en contra del petróleo y los hidrocarburos que son gran parte de las ganancias económicas del país.
En conclusión, el balance de estos 100 días no es nada positivo. Tiene por mejorar todo. Quiero que le vaya bien al país, que Colombia avance, que Colombia crezca. Pero por ahora, estamos pasando por un momento de incertidumbre, con muchas incógnitas, y es totalmente imposible evolucionar así.
*La opinión expresada en esta columna es personal y no representa la visión de Actualidad Metropolitana.
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